Autoestima. La Autoestima podría definirse como la valoración que hacemos de nosotros mismos, cuán de valioso siento que soy. Es la capacidad de sentirnos dignos de ejercer nuestro derecho a ser feliz. Responsable de los resultados que obtenemos en nuestra vida.
Pilares de la Autoestima
1) Consciencia: la práctica de vivir de una manera consciente y miramos para ver qué podemos cambiar y ser mejor persona. Tomar decisiones acorde con nuestros valores y objetivos de vida, evaluando los resultados de nuestras acciones.
2) La autoaceptación y autocompasión: abrazarnos por ser como somos. Aceptarnos con nuestras luces y con nuestras sombras, porque forma parte de la naturaleza humana el cometer errores. Trabajar en aceptar lo que no podamos cambiar y mejorar lo que podamos cambiar.
3) Autoresponsabilidad: mejorar lo que esté en nuestra mano después de haber hecho autoanálisis, asumiendo la parte que debamos cambiar y dejando de lado el victimismo y la resignación.
Nuestras acciones diarias serán las que determinen nuestros resultados y aunque en ocasiones no sean los resultados esperados, el hecho de tomar las riendas nos dará la sensación de control y esto nos ayudará a avanzar.
4) La asertividad: capacidad de expresar nuestros gustos, opiniones, creencias y actuar libremente en consecuencia. Expresar lo que queremos y no queremos, la capacidad de decir no sin miedo al qué dirán o pensarán, a no cumplir las expectativas de los demás, sin miedo a quedarnos solos.
5) Vivir con un propósito. Sentir que nuestras acciones tienen un sentido, alineadas con nuestros valores. Es importante saber hacia donde vamos porque el sentir que vamos a la deriva genera mucha ansiedad. Hacer de manera consciente las actividades que nos hacen evolucionar e ir viendo paso a paso los reajustes necesarios para alcanzar nuestros objetivos.
6) Vivir de forma íntegra, ser honestos, promoviendo la autoestima en los demás. No juzgar, no etiquetar, llevar a cabo acciones alineadas con nuestros pensamientos y con lo que creemos correcto, ser claro lo que queremos, aceptar a los demás poniendo nuestros límites.
Cada una de las etapas que hemos vivido siguen estando dentro de nosotros y hacen que seamos la persona que somos hoy. Pero mi historia de vida no es mi destino, podemos decidir cambiar el curso de las cosas. Siempre tendremos la oportunidad de reinventarte y decidir quién quieres ser a partir de tu experiencia.