Límites

Límite

Somos seres sociales con la necesidad de conexión, de relacionarnos con el otro y de sentirnos incluidos. Estamos programados por naturaleza para pertenecer a un grupo. Es por ello que existe un alto porcentaje de la población con dificultad para establecer límites. Se trata de supervivencia.

Nuestro cerebro nos manda señales para protegernos, para no ser rechazados, complaciendo a los demás pero, el precio a pagar por renunciar a lo que sentimos y no poner límites es muy caro. Aguantar durante tiempo nos puede costar muy caro en nuestro bienestar emocional, renunciando a nuestras propias necesidades y deseos. Además, esto puede hacer que a la menor chispa saltemos generando daños mayores o colaterales.

Poner límites nos ayuda a crear nuestra propia identidad y autonomía, es saber decir no, decir hasta dónde, delimitar y poner una barrera para evitar una invasión o violación de nuestro propio espacio físico y mental, conforme a nuestros criterios, opiniones y valores. Respetando y defendiendo nuestro espacio sin que esto nos genere culpa, vergüenza ni remordimiento.

Poner límites tiene que ver con la autoestima y cuán valioso nos sentimos. Con el ser capaz de saber lo que se es capaz y no capaz de hacer y, tiene que ver con comunicarnos de una manera asertiva.

Si bien los límites pueden molestarnos, la ausencia total de los mismos no es una buena opción. No hay que confundir la ausencia de límites con la libertad. Es necesario saber que los límites hay que ponerlos en la situación adecuada y a la persona adecuada.

Llegar a un acuerdo significa estar conforme en cuáles son los límites para ambas partes y respetarlos,  ayudando a que la relación con el otro sea más sana, duradera y cómoda para ambos.

Los límites tienen que ver con el respeto a uno mismo pero también con el respeto hacia el otro por el simple hecho de ser persona, mostrando una actitud constante de apreciación de las necesidades de los demás.

Y recuerda que reconocer tus necesidades y darles el valor que merecen en cada momento, te hace protagonista de tus elecciones y por tanto de tu propia vida.

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