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Psicóloga experta en Trastornos de conducta alimentaria – TCA
Marian Cuesta
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) se caracterizan por la alteración en las conductas de ingesta de alimentos y todas aquellas conductas relacionadas con el peso y la imagen corporal, con consecuencias graves para la salud tanto física como psicológica.
Los trastornos de conducta alimentaria (TCA) suelen conllevar trastornos asociados y sintomatología como los cambios en el estado de ánimo, miedo intenso a ganar peso, baja autoestima, deterioro de las relaciones sociales…etc, generando un gran malestar a la persona que lo sufre y también a sus familiares.
Tipos de trastornos de conducta alimentaria (TCA) principales:
– Anorexia nerviosa: restricción de la cantidad de alimentos que se ingieren a pesar de la pérdida continuada de peso, con miedo intenso a engordar y distorsión perceptiva de la imagen corporal. Pueden aparecer conductas de evitación y compensatorias.
– Bulimia Nerviosa: atracones o sobreingestas de alimentos frecuentes, acompañados de conductas compensatorias posteriores para no ganar peso.
– Trastornos por atracones: gran cantidad de ingesta de alimentos en poco tiempo con sensación de pérdida de control y sin conductas compensatorias.
Por tanto, los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) en general cuenta con una importante disfunción en el patrón de la conducta alimentaria, unida a conductas de control del peso y preocupaciones constante sobre la imagen corporal y sobre el éxito.
Entre los factores de riesgo se incluyen factores individuales como la genética, el carácter; factores familiares y factores sociales como la presión por los estereotipos de belleza.
Las creencias irracionales tienen gran peso dentro de estos trastornos ya que, favorecen no solo el origen de los mismos sino también el mantenimiento de estos. ( ejm. “si no cumplo con los estereotipos de belleza que exige la sociedad no seré exitosa/o” ).
A grandes rasgos, las personas con trastornos de la conducta alimentaria (TCA) suelen tener características tales como:
– Un alto grado de perfeccionismo como estilo cognitivo, con imposición de metas imposibles de cumplir.
– Elevada autocrítica y desvaloración que afectan de manera considerable a la autoestima.
– Intolerancia e incontrolabilidad de las emociones.
– Dificultad en las relaciones interpersonales.
El diagnóstico precoz y la intervención temprana son clave para un mejor pronóstico.
